
Una pausa activa se puede describir como breves períodos de tiempo durante la jornada laboral en los que se realizan ejercicios de movimiento físico con el objetivo de aliviar la tensión muscular provocada por el estrés acumulado durante el día. Estas pausas reactivan nuestra energía, permitiéndonos continuar trabajando. Las pausas activas pueden fallar por varias razones. Aquí hay algunas posibles explicaciones:
Falta de conciencia o comprensión: Los empleados pueden no entender completamente los beneficios de las pausas activas o pueden no ser conscientes de la importancia de tomar descansos regulares. Si no se les explica adecuadamente o se les brinda la información necesaria, es posible que no vean el valor de estas pausas y, por lo tanto, las ignoren o las eviten.
Falta de tiempo: En entornos de trabajo ocupados, los empleados pueden sentir que no tienen suficiente tiempo para realizar pausas activas. Pueden estar bajo presión para completar tareas y proyectos, lo que lleva a una mentalidad de "trabajar sin descanso". Si no se les da el tiempo adecuado o no se les permite tomar descansos, es más probable que las pausas activas se pasen por alto.
Cultura laboral y presión del grupo: Si la cultura laboral enfatiza constantemente la productividad y la dedicación al trabajo sin tener en cuenta los descansos, los empleados pueden sentirse presionados para evitar las pausas activas. Si ven que sus compañeros no toman descansos o si son juzgados por tomarse tiempo para descansar, es posible que se sientan incómodos al hacerlo ellos mismos.
Falta de variedad y opciones: Las pausas activas pueden volverse monótonas o aburridas si siempre se realizan de la misma manera. Si solo se ofrece una opción de actividad o si no hay variedad en las pausas, es posible que los empleados se cansen de ellas y las eviten.
Desconexión del entorno de trabajo: Si el lugar de trabajo no proporciona un entorno propicio para las pausas activas, es menos probable que los empleados las realicen. Por ejemplo, si no hay áreas designadas para descansar o si los espacios están abarrotados o poco atractivos, es posible que los empleados no se sientan motivados para tomar un descanso.
Para superar estos obstáculos, es importante educar a los empleados sobre los beneficios de las pausas activas, fomentar una cultura laboral que valore el equilibrio entre el trabajo y el descanso, proporcionar tiempo dedicado y crear opciones variadas y atractivas para que los empleados elijan cómo realizar sus pausas. Además, es fundamental crear un entorno de trabajo que promueva el bienestar y facilite el ejercicio.

