¿Eres de esas personas que pone cara de póker cuándo le preguntan cuándo le vence el seguro del coche? ¿Has pensando en cambiar de entidad aseguradora el seguro de tu casa y crees que con devolver el recibo es suficiente? ¿Te mareas solo de pensar en revisar tus contratos de seguro?
Año nuevo, costumbres nuevas. Toma nota y te darás cuenta que aplicando unos sencillos consejos conseguirás tener controladas y al día tus pólizas. Si a pesar de hacer un seguimiento tienes dudas puedes debes acudir a un experto en seguros independiente para que te asesore.
Planifica
Es conveniente que apuntes en tu agenda la fecha en que se terminan tus seguros. Anótalo con dos meses de antelación, de forma que tengas tiempo de revisar las condiciones y, de ser necesario, puedas realizar la búsqueda de otras opciones que se adapten mejor a tus necesidades actuales.
Si has decidido fraccionar el pago, ten especial cuidado no confundir el vencimiento de la póliza con el vencimiento del recibo. Excepto casos especiales como los seguros por días, las pólizas son anuales. Si la has contratado en enero, finalizará en el mismo mes del siguiente año y, aunque la pagues en dos veces, no podrás cambiar de compañía a mitad de anualidad.
Revisa
Los seguros no son para toda la vida. Las circunstancias personales cambian, nuestros riesgos también y, los seguros, deben adaptarse a nuestra nueva situación. Cada producto tiene sus características especiales y, al revisar el seguro del coche, debes tener en cuenta aspectos diferentes que los que valoras en el seguro de tu casa.
• Seguro de Hogar
Lo más habitual a la hora de asegurar tu casa es que contrates un seguro multirriesgo. Estos seguros incluyen coberturas frente a daños de diversa índole: incendio, robo, daños eléctricos, responsabilidad civil…
Debes revisar tu contrato para saber qué cubre y qué no y si las garantías tienen límites o franquicias. Pon especial atención en los capitales asegurados para el continente, el contenido y la Responsabilidad Civil.
Fíjate en que las sumas aseguradas sean las adecuadas. El continente garantiza reconstruir tu casa y, el contenido, reponer tus pertenencias en caso de un siniestro importante, como un incendio. En cuanto a la Responsabilidad civil, es una de las coberturas que más dolores de cabeza te puede ahorrar. Cubre los daños que ocasiones a otros en el ámbito de tu vida privada, como cabeza de familia e, incluso, como propietario de animales domésticos.
• Seguro de Automóvil
Probablemente el seguro que cambiamos de forma más habitual y, la mayoría, lo hace basándose únicamente en el precio. Es importante ver más allá y no dejarnos guiar solo por el puñado de euros que nos vamos a ahorrar.
Pon atención en las coberturas y, una vez más, en las posibles limitaciones de las mismas. ¿La asistencia en carretera que te ofrecen es desde el KM 0? ¿Qué cobertura de fallecimiento e invalidez tiene el Seguro del conductor? ¿Los gastos médicos están limitados? ¿La franquicia en daños propios es la misma?
Aunque puedan parecer iguales, no todos los seguros lo son y, lo que en principio parecía un ahorro, puede suponer desembolsos importantes a la larga.
• Seguro de Vida
En caso de que tengas hijos pequeños, hipoteca u otro tipo de obligaciones, es más que probable que cuentes también con un seguro de vida.
A la hora de revisar este producto, es esencial tener en cuenta la razón que te ha llevado a contratarlo. ¿Quieres dejar a tu familia libre de la hipoteca si falleces? ¿Qué tus hijos puedan seguir estudiando? ¿Cubrir la merma de ingresos si no puedes volver a trabajar?
Los capitales y garantías que vas a necesitar contratar en unos casos u otros son diferentes. La cobertura de fallecimiento serviría para las dos primeras situaciones y, para la tercera, tendrías que tener contratada la invalidez permanente.
Debes tener en cuenta tu estado de salud. Si has pasado por una enfermedad importante es probable que no encuentres una entidad aseguradora que te acepte como cliente. Si lo hacen será bajo una de estas fórmulas: a cambio de un precio mayor o excluyendo el fallecimiento e invalidez por esa enfermedad. En este caso, no anules tu póliza actual hasta estar seguro que te aceptan en la compañía que has escogido.
Por último, revisa las exclusiones. A las aseguradoras no suelen gustarle, por ejemplo, las profesiones y deportes de riesgo o las competiciones deportivas.
Decide
Si, finalmente, has encontrado motivos suficientes para cambiar tu póliza, debes conocer el procedimiento a seguir.
Para anular tu contrato actual debes avisar con un mes de antelación a tu compañía de seguros, por escrito y de forma que quede constancia del envío, por lo que pueda pasar.
No devuelvas el recibo. Hace unos años esta práctica era la habitual cuando querías cambiar de compañía. Te buscabas otra alternativa, la contratabas y dabas orden de devolución al banco. La compañía que abandonabas te llamaba un par de veces pero, una vez decías que te habías cambiado, procedían a la anulación.
Actualmente las cosas son distintas. La Ley dice que tienes un plazo para oponerte a la renovación del contrato y, si no lo haces y optas por no pagar el recibo, el asegurador tiene derecho a reclamar judicialmente el pago. Anteriormente no lo hacían pero, las cosas han cambiado y hoy puedes llevarte una desagradable sorpresa.
Planifica, es la mejor forma de tener el control sobre tus seguros. Revísalos, comprueba que lo que tienes contratado es lo que necesitas. Y, si no es así y decides cambiarlos, tendrás el tiempo necesario para cumplir con el plazo legal y hacer las cosas bien.