
En materia de prevención, todos los componentes de las edificaciones deben ser evaluados, entre ellos, los accesos y salidas de las instalaciones, de su adecuada elección depende que no se conviertan en un riesgo más para las personas al momento de una emergencia.
Las puertas como medida de seguridad, suelen estar ubicadas en diferentes sectores, dependiendo de las necesidades específicas de cada empresa, es así como encontramos portones principales, puertas de uso general para el público, salidas para casos de emergencia que conectan con el exterior, modelos cortafuego o con mecanismos de detección de metales, entre otras; lo importante es que se elijan y coloquen correctamente para el uso que deben cumplir.
Diferencias entre las puertas según su aplicación
Desde el punto de vista de la seguridad, no debe pensarse que porque un elemento cumple la misma función que otro, es el indicado, pues aunque todas las puertas sirvan para entrar y salir, no todas presentan las mismas características ni usos, tal y como se especifica en la siguiente clasificación:
- De entrada / salida: son el acceso para salir o entrar al predio desde la calle, por ello, además de brindar un adecuado nivel de seguridad para impedir el ingreso de personas no deseadas, deben ser ágiles y manejables por el personal. En cuanto a su estructura, es necesario que aseguren la solidez y durabilidad en el tiempo. Pueden presentar mecanismos de operación pivotantes, ser corredizas o de elevación.
- Puertas de emergencia: en este campo, existe aún mucha desinformación en cuanto a cómo se deben tratar las vías de evacuación y las puertas, buscando que sean realmente seguras, así como de fácil ubicación y uso al momento de un siniestro.
Estas salidas deben estar equipadas con sistemas antipánico aprobados, los cuales se desbloquean automáticamente por efecto de la presión generada al momento de una avalancha humana contra la puerta; el escape se produce con un mínimo esfuerzo sobre el dispositivo, sin necesidad de tener conocimientos previos sobre su funcionamiento.
En algunos casos, estas puertas suelen presentar algunos inconvenientes, pues al abrirse fácilmente se utilizan para fines que no fueron creadas, como el transporte de mercancías o la circulación de personal no autorizado; lo que para muchas empresas se convierte en un verdadero problema que termina en la clausura o colocación de candados en estos elementos ¡Grave error! Pues al momento de una emergencia no estarán disponibles ni permitirán la salida de las personas, generando terribles consecuencias.
Una manera de solucionar este problema son los mecanismos de liberación automática de las puertas que se activan únicamente ante la presencia de humo, aumentos bruscos de la temperatura o la señal del personal autorizado, lo que garantiza que permanezcan cerradas en todo momento, ya que no disponen de manijas que permitan abrirlas ni cerrarlas. Una buena opción para brindar seguridad mientras se evitan conductas no deseadas.
Generalmente, el mecanismo que determina la abertura de las puertas de emergencia, es el sistema de detección de incendios, el que además debe estar programado para emitir una alarma (sonora, luminosa o ambas) que advierta a los ocupantes de la estructura la necesidad de evacuación.
Consideraciones adicionales
No debe pensarse que todas las puertas de salida son de emergencia, estas últimas nunca se usan en condiciones normales de operación, por lo cual, deben tener un manejo diferente que garantice su operatividad. Las siguientes son condiciones que ayudan a mejorar el tiempo de evacuación, el cual debe ser lo menor posible para aumentar las posibilidades de supervivencia:
- Aumentar el ancho de las puertas cuando así se requiera. Su cálculo se determina en función de la ocupación del predio a evacuar. Las salidas de emergencia deberán tener una altura mínima de 2,03 m y una anchura de por lo menos 0,90 m hasta por 100 ocupantes, en caso de considerarse una población mayor, este ancho deberá incrementarse.
- Reducir la distancia que recorren las personas para llegar a las salidas, lo ideal es que no supere los 30 metros. Aquellas construcciones catalogadas como de riesgo medio o alto han de garantizar que el tiempo total de desalojo de todos sus ocupantes no exceda los 10 minutos.
- Presentar una iluminación acorde de la vía de salida que permita divisar el piso y cualquier modificación en su superficie, cuando se interrumpa la energía eléctrica o falte iluminación natural.
- Cumplir con la señalización reglamentaria para las puertas (norma NTC 1461). Se sugiere que el material sea fotoluminiscente o reflectivo, de acuerdo con las condiciones de luminosidad, en caso de estar ubicada en exteriores, con alta resistencia a la intemperie.
- Garantizar que estos sistemas de emergencia se mantengan libres de obstrucciones, como cajas, armarios, canecas, mesas u otros objetos que impidan o dificulten su apertura.
Todo el personal que habite una edificación debe involucrarse directamente con la seguridad, colaborando activamente en su preservación, evitando situaciones de riesgo y reportando la existencia de las mismas. Nunca podremos prever en qué momento se presente una emergencia, todos debemos estar informados de cuál es la salida más cercana (las acciones de reconocimiento de la estructura deben contar con planos por cada piso, donde se demarquen las diferentes áreas y puntos estratégicos).
Recordemos que ningún sistema ni medida de seguridad por bueno que sea, será efectivo si no se establece un orden, programa o seguimiento de acciones; los planes de evacuación en las empresas deben centrarse en permitir a sus colaboradores una salida ordenada, rápida y segura. La tecnología no es suficiente, si no va acompañada de capacitación y entrenamiento.
Una buena inversión
El tema de la seguridad nunca debe ser un problema de costos, lo esencial en este caso, es reconocer la utilidad de las puertas de emergencia y lo que ellas representan al momento de un incendio o sismo, de su calidad y adecuado funcionamiento depende que las personas no se queden atrapadas en la edificación y puedan salir a un punto de encuentro donde ponerse a salvo. La vida y seguridad de los trabajadores es una inversión que vale la pena.