
Los grandes exponentes de disciplinas como la música, el deporte, las ciencias o la escritura tienen algo en común, desde niños evidenciaron su pasión por estas actividades y contaron con el apoyo de sus padres o familiares para convertirse en los mejores en su campo.
La infancia es una etapa ideal para descubrir destrezas y cultivar aptitudes. No obstante, el éxito para detectar éstas últimas radica en la libertad que se le brinde al menor para desarrollar diferentes actividades. Todos los niños tienen talentos, lo importante es que aprenda a reconocer el de su hijo y le brinde las herramientas necesarias para que pueda explotar sus capacidades de la mejor forma. Permítale explorar y descubrir en su entorno cosas que le llamen la atención. Evalúe qué prácticas disfruta y fomente su interés por ellas.
Pautas de comportamiento
La iniciativa por realizar una acción determinada, es una de las primeras señales que le puede enviar su hijo indicándole que algo le interesa. En este caso, una buena herramienta a utilizar son los juegos, éstos estimulan las áreas afectiva, emocional y cognitiva de los pequeños, despiertan sus sentidos, despliegan su naturalidad y fomentan sus destrezas, permitiéndole a los padres reconocer las habilidades presentes en ellos.
Para detectar su talento
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Obsérvelo atentamente mientras se desenvuelve en los diferentes espacios, contemple aspectos como las risas, satisfacciones, independencia y forma en que comparte sus intereses con otros.
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Tome como referente los sentidos, detecte si es más visual, táctil o auditivo. Los órganos que perciben el entorno posibilitan la consolidación de sentimientos, emociones, pensamientos, opiniones y deseos únicos o particulares.
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Déjelo explorar todo tipo de música, colores, texturas, deportes y libros; frente a cada uno tendrá reacciones distintas: apego, sorpresa, aburrimiento o encanto.
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Felicítelo, exalte sus creaciones: un dibujo, una canción, un movimiento corporal distinto; esto lo incitará a continuar explorando sus posibilidades y a no limitarse cuando lo haga.
Un artista en la familia
Después de descubrir las habilidades del menor, el siguiente paso a ejecutar es fortalecer dicho talento para perfeccionarlo con el paso del tiempo. Estos son algunos ejemplos de cómo hacerlo:
De ruidoso a músico: aquellos sonidos que generan los bebés al golpear los juguetes, a los que luego le encuentran ritmo y los hacen reír, téngalos presentes, es posible que evidencien actitudes musicales.
Facilítele instrumentos, tiempo y lugares para ensayar, además busque la asesoría de un experto en el tema para que le enseñe al pequeño la mejor forma de realizar la práctica.
El artista plástico de la casa: proporciónele los materiales para llevar a cabo esta disciplina: pinturas, pinceles, papel, dibujos, etc., esto despertará su interés por los colores, el dominio al manipularlos, la réplica de imágenes mentales y el fomento de la creatividad.
Enséñele a mejorar la obra que realiza, experimentar y mezclar colores, buscar ayuda de personas expertas y visitar lugares donde se promueva el arte: museos, galerías, etc.
Del baile espontaneo a la danza profesional: bailar es una actividad divertida para muchos niños, si el suyo tiene talento para hacerlo, motívelo y ayúdelo a sincronizar su movimiento corporal, muéstrele los diferentes tipos de bailes y maneras de aprender la técnica.
7 recomendaciones que debe tener en cuenta
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No proyecte sus deseos propios en los de los niños. Éstos deben elegir y realizar con agrado la práctica escogida.
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Conviértase en el promotor de su hijo, brindándole su apoyo, confianza y comprensión.
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Estimule y posibilite aprendizajes nuevos.
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Proporciónele modelos de identificación positivos.
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Ayúdelo a reconocer y valorar sus capacidades.
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Recuerde que cada persona tiene un nivel de aprendizaje diferente, deje que el niño siga el suyo y no frustre sus resultados antes de tiempo, ni lo compare con otros.
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No lo presione ni le imponga rutinas exageradas de ensayo, lo único que conseguirá será que termine desencantándose de la práctica y no logre el rendimiento esperado. Muchos padres cometen el error de exigirle a los pequeños que sean buenos en algo, sólo porque ellos a esa edad lo fueron; el talento es natural y propio de cada ser humano, no se hereda
No hay mejor etapa para alimentar la creatividad y potenciar las habilidades que la niñez. De usted depende estimular las destrezas de su hijo en el ámbito artístico, deportivo o intelectual. Un niño que no encuentra mayor motivación en lo que ve, hace y escucha, dejará que pase por alto el desarrollo de sus capacidades