
Por. César Romero
Un Problema de Salud Pública que no se Fue con la Prohibición. En julio de 2019, Colombia pareció cerrar un capítulo oscuro de su historia industrial al promulgar la Ley 1968, que prohibió el asbesto en todas sus formas. Sin embargo, cuatro años después, la realidad es alarmante: miles de toneladas de este material cancerígeno siguen presentes en nuestras ciudades, hogares y lugares de trabajo, representando un riesgo latente para la salud pública. Este artículo explora por qué la prohibición fue solo el primer paso, qué falta por hacer y cómo el silencio alrededor de este tema sigue costando vidas.
El Legado Tóxico del Asbesto en Colombia. Una Historia de Décadas de Exposición. El asbesto llegó a Colombia en la década de 1940 de la mano de la multinacional Eternit, que instaló su primera fábrica en Sibaté (Cundinamarca) para producir tejas y tuberías de fibrocemento. Su resistencia y bajo costo lo convirtieron en un material "milagroso", expandiéndose a plantas en Cali, Barranquilla y Manizales.
En los años 70, el país incluso comenzó a explotar su propia mina de asbesto en Campamento (Antioquia), operada inicialmente por la canadiense Johns Manville y luego por empresas locales. Durante décadas, el mineral se usó no solo en construcción, sino también en:
- Frenos y embragues automotrices (presentes en millones de vehículos).
- Productos cotidianos como crayones, secadores de pelo y revestimientos de hornos.
- Maquinaria industrial, especialmente en sectores como el vidrio y la siderurgia.
Cifras que alarman. Hoy, el legado de esa industria sigue entre nosotros:
- Más de 300 millones de m² de tejas de Eternit aún cubren viviendas, escuelas y fábricas.
- 40.000 kilómetros de tuberías con asbesto siguen en redes de acueducto.
- Barrios enteros construidos cerca de exfábricas (como en Sibaté) están contaminados por residuos abandonados.
¿Por qué el Asbesto Sigue siendo Peligroso? El asbesto no se degrada con el tiempo. Cuando sus fibras microscópicas se liberan (por el deterioro de techos, demoliciones o manipulación inadecuada), pueden ser inhaladas y alojarse en los pulmones, causando:
- Cáncer de pulmón (responsable del 4% de los casos a nivel global, según la OMS).
- Mesotelioma, un cáncer agresivo que afecta el revestimiento de los pulmones o el abdomen.
- Asbestosis, una fibrosis pulmonar irreversible.
Lo más grave: estas enfermedades pueden tardar 20 a 40 años en manifestarse, lo que significa que muchas víctimas ni siquiera saben que están en riesgo.
El Fracaso del Diagnóstico. Aunque Colombia superó el "silencio epidemiológico" (la ausencia de registros de enfermedades por asbesto), aún no existe un sistema robusto para identificar y atender a los afectados. Muchos diagnósticos se pierden en el sistema de salud o se confunden con otras patologías respiratorias.
El asbesto es el mayor carcinógeno laboral de la historia. Su impacto en Colombia sigue subestimado. " Dr. Carlos Castro, oncólogo y experto en salud pública"
Los 5 Retos que Colombia Aún no Supera. La Ley 1968 estableció medidas clave para manejar el legado del asbesto, pero su implementación ha sido lenta e insuficiente:
1. Falta un Plan para Retirar el Asbesto Instalado. La ley ordenaba crear una política pública para la remoción segura en 5 años (vencidos en 2024). Sin embargo:
- No hay protocolos claros para demoler edificios con asbesto.
- Municipios como Sibaté siguen sin descontaminarse.
2. Las Víctimas Siguen sin Atención. El Ministerio de Salud debía diseñar en 6 meses una ruta de atención médica para afectados. Cuatro años después, no se ha implementado.
3. No hay Monitoreo Real del Aire. Aunque la ley exige medir fibras de asbesto en zonas críticas (exminas, fábricas), no hay datos públicos disponibles.
4. Investigación Científica Abandonada. El Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación debía liderar estudios, pero no hay avances visibles.
5. Las Empresas no Han Asumido su Responsabilidad. Las ARL y EPS deben garantizar diagnóstico y tratamiento, pero menos del 1% de los afectados recibe indemnizaciones.
Una Deuda Pendiente con la Salud de los Colombianos. La prohibición del asbesto fue un logro, pero el verdadero trabajo apenas comienza. Colombia necesita:
- Acelerar la remoción segura de techos, tuberías y residuos contaminados.
- Crear un registro nacional de víctimas y expuestos.
- Exigir transparencia en el monitoreo ambiental.
- Sancionar a las empresas que ocultaron los riesgos del asbesto durante décadas.
Fuentes: