
Si los consumes a diario estos alimentos te llenarán de vitalidad
Espinacas. Son una importante fuente de ácidos grasos omega 3 y ácido fólico, que ayudan a prevenir problemas cardiovasculares, derrames cerebrales y osteoporosis. La luteína que contienen combate además la degeneración macular o trastorno ocular que destruye lentamente la visión central y aguda, dificultando actividades como la lectura y la visualización de detalles.
Yogur. Los organismos probióticos presentes en esta bebida ayudan a reforzar el sistema inmunológico. Actúa como antibiótico natural, reestablece la flora bacteriana intestinal sana, previene las úlceras y tiene efectos anticancerígenos. El yogur es altamente digestible, no provoca molestias estomacales, además, es un alimento equilibrado nutricionalmente que debe ser incorporado en la dieta.
Zanahoria. Tiene múltiples propiedades terapéuticas. Contiene fitoesteroles, sustancias naturales que bloquean la absorción del colesterol y ayudan a depurar la sangre. Los betacarotenos contenidos en la zanahoria tienen propiedades antitumorales que previenen la aparición de ciertos cánceres como el de vejiga, laringe, esófago y estómago. Tiene baja densidad calórica.
Nueces. Altamente saludable para el corazón, es el alimento estrella por excelencia, presenta polifenoles antiinflamatorios que contribuyen a reducir las inflamaciones intestinales. Una porción de nueces es perfecta para recuperar fuerzas tras una sesión de entrenamiento
Avena. Presenta un alto contenido de fibra que permite combatir el estreñimiento y el síndrome de colon irritable. Además, ayuda a reducir el colesterol, baja los triglicéridos y contribuye a la prevención de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y las hemorroides. Aporta energía al organismo durante un largo período de tiempo. Al elegirla, es importante fijarse en la lista de ingredientes y verificar que diga "integral o entero", ya que a las harinas enriquecidas o de otro tipo, por lo general les ha retirado la fibra y los nutrientes que son importantes.
Pescado. Los aceites grasos del tipo omega 3 presentes en el pescado actúan como reguladores del sistema inmunológico. Sus vitaminas A y E poseen acción antioxidante, es decir, constituyen un factor protector frente a ciertas enfermedades degenerativas, cardiovasculares y el cáncer, mientras que la vitamina D actúa en el intestino favoreciendo la absorción de calcio y fosfato; también lo hace en el riñón estimulando la reabsorción de calcio, por lo que contribuye en la mineralización de los huesos y dientes.
Cebolla. Purifica la sangre, es sedante y expectorante, es beneficiosa para evitar el insomnio, disminuir la tos, la gripe y estimular la producción del colesterol bueno, gracias a una sustancia llamada Adenosina. Así mismo, genera beneficios para la salud cardiovascular, posee compuestos antiinflamatorios y reduce las lesiones en el tracto intestinal.
Miel. Aparte de ser un excelente antibacteriano, actúa efectivamente contra la gripa, el dolor de garganta y calma los nervios, proporciona además mayor energía y acelera la cicatrización de la piel. Con una cucharadita sola o mezclada con otra bebida se obtienen sus beneficios.
Existen alrededor de cinco billones de gérmenes que pueden penetrar el organismo, atacar los sistemas y causar serias enfermedades, de allí la importancia de reforzar las defensas del cuerpo. Dale a tu cuerpo los alimentos necesarios para mantenerse fuerte.