Cuando la pandemia de COVID-19 comenzó a acelerarse por el mundo, los trabajadores no esenciales comenzaron a trabajar a distancia, en sus casas transformadas en improvisadas oficinas. En la nueva normalidad, algunos han regresado a su lugar de trabajo, pero otros muchos siguen laborando desde casa. Muchas empresas han tomado la decisión estratégica de continuar manteniendo el teletrabajo como su principal opción. Algunas otras se han trasladado a un esquema de trabajo híbrido en el que se alternan la presencialidad y la virtualidad en jornadas de dos o tres días por semana.
En esta nueva normalidad de trabajo, parece que algunas de las grandes tecnológicas quieren desafiar esa noción, ya que se está viviendo un aumento en la popularidad de aplicaciones de monitoreo de trabajadores. al fin y al cabo, ¿Para qué adivinar lo que los empleados están haciendo cuando puedes simplemente vigilarlos?
El negocio de la vigilancia laboral ya era bastante grande antes del COVID-19. El uso de este tipo de aplicaciones se ha incrementado, generando un aumento importante en las ventas. Muchos proveedores de tecnología, aseguran han crecido un 400% desde el inicio de la pandemia y se prevé que siga esta tendencia para los años que vienen.
¿Demasiadas pausas para tomar un café? ¿o visitas al baño? ¿o para leer algún artículo en tendencias y darse un respiro? aunque parezca increíble, puede que alguien dentro de su propia empresa está llevando buena cuenta de las pausas que se toma, de las veces que se levanta o incluso, de las cosas que mira en su computador.
¿Cómo lo pueden hacer? muy sencillo, hoy en día la tecnología pone herramientas a disposición para que sus jefes puedan seguir todos sus pasos, y esto significa que, si le gusta visitar las páginas de sus colegas de Facebook o tomarse demasiadas pausas para descansar, tendrá que pensártelo dos veces antes de hacerlo.
A través de una tablet o móvil de la propia empresa, se puede llegar a controlar a qué accede una persona en su navegador, que apps usa, o si está jugando en vez de responder ese mail urgente de un cliente. De igual manera, desde el teléfono móvil, cuando la empresa les pide a sus colaboradores que descarguen una aplicación, ésta podrá, de manera instantánea:
- Seguir a los empleados en tiempo real.
- Controlarles en sus horas fuera de la casa y a dónde van.
- Saber datos extras como, por ejemplo, si pisan demasiado el acelerador del auto o los sitios que visitan en su tiempo de ocio.
- Acceder a todas las fotos y vídeos, ya sea en el móvil, computador o Tablet.
- Ver conversaciones desde Facebook, Telegrams, WhatsApp, MSN o leer sus mensajes de texto, SMS y correos electrónicos.
- Controlar sus llamadas, cuándo lo hace, cuánto tiempo dedica a hablar, etc.
En resumen, aplicaciones hay muchas y algunas no esconden su objetivo como auténticos espías, por mucho que se utilice la palabra supervisión en las webs donde pueden adquirirse.
¿Cómo saber si estamos siendo monitoreados?
Esta es la pregunta que seguro que se estará haciendo ahora mismo, después de haber leído todo esto, ¿verdad? para saber si es posible averiguar si en su empresa le están vigilando con alguna de estas aplicaciones, nos hemos puesto en contacto con expertos en la materia que nos han explicado un poco cómo funcionan estas apps y si es posible para los empleados saber si les están vigilando. Lo primero que nos confirman las personas consultadas es que lo más probable es que su actividad esté siendo registrada. Sin embargo, resulta difícil comprobarlo, a no ser que la empresa se lo comunique. No hace falta trabajar en una gran multinacional para experimentar la monitorización en persona, trabajar en una empresa pequeña tampoco es una garantía de que no lo estén vigilando.
De este punto surgen varios interrogantes: ¿Son estos seguimientos representativos de acoso laboral o de violación a la intimidad de los empleados? ¿Son normales en una relación laboral de subordinación de un empleado frente a su empresa?
En la actualidad, no existe una reglamentación clara en Latinoamérica que permita establecer estos límites dentro del contrato de trabajo. Aun así, podríamos remitirnos a la Ley 1221 de 2008 en Colombia que regula las condiciones de los teletrabajadores. En lo que se refiere a la ubicación de los empleados, por ejemplo, existe un amparo legal frente al uso de GPS para confirmar desde dónde se ejecutan las labores, pero para que esto sea legal es necesario que exista un contrato directo con la empresa, es decir, que no se podría usar con aquellos trabajadores que laboran bajo la modalidad de prestación de servicios, puesto que en estos casos la única preocupación del empleador debe ser el cumplimiento de las tareas pactadas.
En lo relacionado con temas de acoso laboral específicamente, siempre habrá empleados que al ser observados, puedan sentirse acosados por sus jefes, teniendo presente que el producto que se utilice para controlar aspectos relativos a la vida privada del trabajador, actividades que él ejecute en su tiempo libre o inclusive que la información obtenida durante el horario laboral lleve al empleador a ejercer la subordinación laboral de tal forma, que el trabajador sienta que se le están violando su derecho a la intimidad o el libre desarrollo de su personalidad.
Esto pasa porque falta poner muy claras las reglas del juego. bienvenido es que las empresas mejoren sus indicadores y que se aseguren de tener en sus equipos de trabajo a personas idóneas, pero otra cosa es incomodar a los empleados en su intimidad y su tranquilidad. El límite entre ambas cosas tiene que estar muy claro, pero el verdadero problema es que esto rompe el pacto entre el empleador y el empleado: la confianza mutua y el empoderamiento de los colaboradores puede llegar a ponerse en duda por ambas partes de la ecuación.
Para concluir, vale la pena aclarar que, si bien estas tecnologías pueden impulsar un tipo de productividad errada: por ejemplo, llevando al trabajador a estar siempre utilizando el mouse o el teclado como una medida de buen trabajo esto puede disminuir su posibilidad de parar para reflexionar y pensar, dos elementos críticos en cualquier proceso laboral y, de paso, en cualquier momento de la vida humana. Es decir, si bien es importante vigilar la dedicación de los colaboradores, es necesario incentivar y respetar aquellos momentos de introspección necesarios para cualquier persona, en pro de la toma de decisiones acertada y la correcta gestión de sus actividades.