Por: Héctor Leonardo Mora Santiago
“Quisiera tener un día de 25 horas”, es una expresión que refleja que las personas no tienen tiempo para hacer las cosas, o eso parecería a simple vista, pero la cuestión es ¿Realmente están gestionando bien su tiempo, su vida, sus prioridades?
Expresiones que quizás te sean familiares, producto de no usar bien tú tiempo:
- No me queda tiempo.
- No me queda tiempo ni para mi familia.
- Estoy cansado, tengo mucho que hacer.
- El trabajo debo llevármelo para mi casa.
- No tengo tiempo para descansar.
- Tengo mil cosas por hacer.
Pretender ser todo para todos, lleva a las personas a no ser nada para los demás, y lo peor, para sí mismos. Es claro que hay muchas cosas que hacer, pero tú no tienes por qué hacerlas todas.
Cuando alguien dice “tengo mil cosas por hacer” define no que tenga que hacer tal cantidad de cosas, lo que refleja esta expresión en tantas ocasiones es que lamentablemente se están dejando llevar por los detalles, por el exceso de actividades que pueden acompañar a una actividad, que sin duda pueden ser importantes, pero que no necesariamente merecen nuestra atención, o por lo menos, no cuando se está realizando una actividad en particular. “No son las horas las que cuentan, Es lo que pones dentro de ellas.” decía Earl Nightingale.
Lo curioso de lo que muchos interpretan como “muchas cosas que hacer”, no son más que distractores a las que las personas les prestan atención, le dedican tiempo, desviándose de lo que se supone exigiría su mayor concentración, su energía.
Hoyos negros. Los hoyos negros tienen tal poder de absorción que se tragan la luz. Hay “hoyos negros” por llamar de alguna forma a todo eso que nos quita el tiempo que debería dedicarse a lo que es realmente importante, son aquellos distractores que disminuyen la capacidad productiva de las personas, porque se llevan nuestra atención en una cantidad de actividades que hacen que la capacidad de concentración se disperse y dejemos de tener rendimientos de alto perfil. ¿Cuáles son esos hoyos negros que disminuyen nuestra productividad y afecta la calidad de desempeños de personas, familias, equipos de trabajo? Entre otros:
- Postergación.
- Interrupciones.
- Televisión.
- Internet.
- Comunicación instantánea (Teléfonos inteligentes).
- Falta de planificación.
- Cansancio.
- Desorden.
- Desorganización.
- El Carácter
Tener claro un propósito que se va a realizar, tener definidos los cursos de acción y saber decir NO a todo eso que se asoma y se antoja como un distractor es fundamental para dar pasos cada vez más efectivos. Podemos tener muchas cosas que hacer, pero no todas se pueden hacer al mismo tiempo. Lao Tse decía que “una caminata de mil pasos comienza con el primero”, es decir paso a la vez.
Supone carácter, madurez ser capaz de concentrarse en lo que realmente nos importa, supone valentía saber quedarse en el camino que nos llevará a eso que queremos y dejar de lado, aquello que ahora no contribuya en los planes que se tienen definidos. La forma en que gestionamos el tiempo, y la manera en que nos dirigimos a eso que queremos es muy importante, pone en evidencia el carácter de una persona que se hace claro en su consistencia, su disciplina, su persistencia, y en un temperamento agradable.
Ten presente, es muy importante saber qué es lo queremos lograr, pero es igual o más importante, hacer que pase.
Fuente Video: Acosixsigma