
La depresión tiene diferentes formas de manifestarse, intensidades distintas y dinámicas diversas. No todo el que deja caer una lágrima está deprimido, ni todo el que sonríe con frecuencia está feliz. Por eso no siempre es un estado evidente. La depresión es un estado complejo y variado que se presenta de manera individual en cada persona, aunque existen patrones generales, hay síntomas que pueden ser inadvertidos y es importante reconocerlos. Dado que la mente humana es altamente compleja, los esquemas para describir la depresión son limitados y a menudo no logran abarcar todas las posibilidades. Hay actitudes, estados y conductas que pueden no parecer relacionados con la depresión pero lo están en realidad. Es importante evaluarlos en su conjunto y contexto. Estos son algunos de los síntomas que se pueden observar:
- Experimentar molestias físicas que no se relacionan con una enfermedad específica, como dolores musculares repentinos, migrañas, indigestiones frecuentes, mareos inesperados y otros síntomas similares. A pesar de acudir al médico, no se encuentra ninguna anomalía en el cuerpo y las molestias persisten. También es posible tener una sospecha subjetiva de que algo no está bien con la salud, aunque no haya síntomas físicos claros, como pensar que un afta en la boca podría ser un signo de leucemia o que un latido fuerte del corazón puede indicar un problema cardíaco en desarrollo.
- Evitar y posponer las interacciones sociales con los demás, a veces durante un período prolongado. Se puede sentir que hay falta de tiempo o simplemente falta de interés en salir y socializar.
- Experimentar una disminución en la velocidad de los movimientos, un síntoma de depresión que puede ser fácilmente pasado por alto. La depresión puede afectar el funcionamiento del cerebro y, como resultado, afectar la motricidad, haciendo que los movimientos sean más lentos. A veces, parece que la persona se está moviendo en cámara lenta y puede tardar más en reaccionar a estímulos externos, reflexionando antes de responder.
- Experimentar brotes de dermatitis atópica, una condición de la piel que causa comezón y dolor en forma de eczemas. Aunque la relación entre la dermatitis atópica y la depresión no está clara, sugieren estudios que puede ser más común en personas que sufren de depresión. Aunque no se sabe exactamente qué causa esta afección de la piel, se cree que puede estar asociada con el estado emocional de las personas.
- Pasar demasiado tiempo viendo televisión, utilizando el computador o el teléfono móvil pueden indicar un síntoma de depresión. Esta conducta puede llevarte a aislarte y desconectar de la realidad, buscando distracciones para evitar pensar en tus problemas.
Lea también: Cuando la preocupaciòn se convierte en un hàbito.
- La falta de deseo sexual por un periodo prolongado puede ser una señal de depresión. A menudo, las personas que están deprimidas encuentran difícil tener actitudes y comportamientos eróticos.
- Las personas deprimidas suelen tener una mente más lenta, lo que puede llevar a dificultades para concentrarse, planificar actividades y cometer errores frecuentes en el día a día.
Los síntomas de depresión que se presentan, a menudo pasan desapercibidos tanto para el individuo afectado como para su entorno. No obstante, cuando varios síntomas aparecen al mismo tiempo, es importante detenerse y reflexionar sobre lo que está sucediendo. Es posible que se requiera buscar ayuda profesional para abordar adecuadamente el problema.