El fenómeno del Niño, con sus consecuencias devastadoras en Latinoamérica, plantea desafíos significativos para la seguridad y salud de los trabajadores. El calor excesivo en el trabajo crea riesgos para la salud, restringiendo las funciones y capacidades físicas del trabajador, así como su capacidad y productividad laboral. La productividad laboral disminuye cuando la temperatura supera los 24 a 26 °C. Al alcanzar los 33 o 34 °C, con una intensidad de trabajo moderada, los trabajadores pierden un 50 por ciento de su capacidad.
Ante el aumento de las temperaturas y los riesgos asociados, es imperativo implementar medidas de prevención efectivas para garantizar la protección de los trabajadores. Enumeramos a continuación algunas de estas medidas:
- Hidratación constante. Fomentar el consumo regular de agua es esencial para contrarrestar la deshidratación, uno de los principales riesgos asociados con las altas temperaturas. Las empresas deben proporcionar acceso fácil a agua potable y promover la importancia de mantenerse bien hidratado durante la jornada laboral.
- Adecuación de horarios. Evitar las horas de mayor calor puede ser una estrategia efectiva. Ajustar los horarios laborales para realizar tareas más demandantes físicamente durante las mañanas o tardes más frescas contribuye a reducir la exposición al calor intenso.
- Vestimenta adecuada. Promover el uso de ropa ligera, de colores claros y que permita la transpiración es crucial. Además, la provisión de equipos de protección personal, como sombreros y gafas de sol, puede ser fundamental para resguardar a los trabajadores de los efectos directos de la radiación solar.
- Capacitación y concientización. Brindar formación constante sobre los riesgos asociados con las altas temperaturas y las medidas preventivas disponibles es esencial. Los trabajadores deben estar informados sobre cómo reconocer los signos de agotamiento por calor y qué acciones tomar en caso de sentir malestar.
- Áreas de descanso frescas. Proporcionar áreas de descanso sombreadas y bien ventiladas permite a los empleados recuperarse durante las pausas, reduciendo el riesgo de fatiga y agotamiento.
- Monitoreo constante de la salud. Establecer programas de monitoreo de la salud de los trabajadores, especialmente aquellos expuestos a condiciones climáticas extremas, ayuda a detectar posibles problemas de salud relacionados con el calor en etapas tempranas.
- Políticas de trabajo flexible. Donde sea posible, implementar políticas de trabajo flexible, como teletrabajo o jornadas laborales flexibles, puede ser una medida efectiva para permitir a los empleados adaptarse mejor a las condiciones climáticas adversas.
- Acceso a primeros auxilios. Asegurarse de que todos los lugares de trabajo estén equipados con kits de primeros auxilios y que el personal esté capacitado para brindar asistencia inmediata en caso de emergencias relacionadas con el calor.
Las proyecciones sobre el clima indican un incremento en la frecuencia y la intensidad de los eventos climáticos extremos. Una de las consecuencias directas de esta tendencia es la pérdida de empleos y productividad. El aumento de las temperaturas a nivel mundial, atribuido al cambio climático, hará que el "estrés térmico" sea una realidad frecuente.
La implementación de medidas preventivas no solo resguarda la salud de los trabajadores, sino que también contribuye a mantener una fuerza laboral más productiva y comprometida. Frente al desafío que representa el fenómeno del Niño, la adopción de estas estrategias se vuelve esencial para asegurar la seguridad y el bienestar de los empleados en un entorno laboral caracterizado por cambios climáticos constantes.
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